Pescao (Alcides Herrera)

Un día como hoy, más pastelero, en 1834, vino a este mundo borroso Edgar Degas. Aunque se llamaba Edgar, no nació en Managua sino en París, ciudad un poco más fea pero más céntrica. Se sabe que su primer nombre era Hilare pero nunca lo usó por no considerarlo un nombre triunfador. Fue pintor y escultor y uno de los fundadores del impresionismo, una cosa que impresionó en aquella época. De niño quiso estudiar ballet pero era zambo, algunos piensan que por la mano de leña que le dio el padre cuando dijo que se inclinaba por tan profunda rama del arte. Cuando alguien le preguntó por qué nunca se había casado o tenido jevitas, esto dijo: “Habría sufrido durante toda mi vida el temor de que mi esposa dijera ‘Te ha quedado bonita’, después de haber acabado una pintura”. De ahí los rumores de que era tremenda (borroso en el original). Nadie nunca le vio comer: se alimentaba Edgar de gas, se lo cortaron por falta de pago en 1917, y falleció y a su vez se libró de tener que pintar a Alicia Alonso.