Ariel Cabrera (1983)

Escenario 1. Apoteosis No. V. De la serie La Tregua Fecunda, 2018

Todos eso refranes de “Nunca es tarde si la dicha es buena”, “No van lejos los de alante…” se quedan corto frente a la meteóricay exitosa carrera de Ariel Camejo, un joven cuya ausencia del mundo del arte era directamente proporcional a su talento: aplastante. Tanto que muchos afirman que Ariel es el mejor pintor que ahora mismo tenemos. Él viene del mundo del diseño escenográfico y comenzó en todo esto a los 33 años, edad en la que la mayoría de los artistas cubanos cree estar de vuelta.

Escenario 1. Apoteosis No. V fue realizada para la muestra Cubans: Post Truth, Pleasure, and Pain, en el Southeastern Center for Contemporary Art (SECCA), curada por Gretel Acosta y Elvia Rosa Castro en 2018. Se trata de una tela de 3 por 6 metros, la más grande que ha realizado Ariel hasta ahora. No es la mejor de sus pinturas pero demuestra que tampoco le teme al mega formato y puede hacerlo muy bien. También esos pop-ups ilusorios que existen en su obra y le dan esa cualidad de 3D, salían por vez primera del “cuadro”.

Desde que era estudiante de arte, Ariel constantemente ha interactuado con objetos, obras y documentos coleccionables relativos al recaudo de la memoria histórica de Cuba. Esos testimonios materiales constituyen para él extrañas y veraces fuentes de informaciones que difieren, en muchos casos, de la narrativa promovida por las instituciones oficiales cubanas sobre la historia por la independencia en Cuba, permaneciendo inmutable, como historia oficial de una doctrina unilateral.   Las piezas de Ariel son una revisión contrastante de la Historia. El “acto de pintar” constituye, en sí mismo, el rescate de un registro que ha legitimado, históricamente, ciertas representaciones de hombres, costumbres y doctrinas. Se trata de una nueva historiografía cuyo asunto es escrudiñar la Historia.

En su trabajo utiliza imágenes de documentos asumidos como patrimoniales para introducir ámbitos ásperos y poco referidos por la Historia de Cuba, estableciendo a la vez contactos con los inicios de la fotografía y sus formas de diálogo con la pintura.

Se presentan escenarios de sucesos militares de la guerra cubana por la independencia de 1868-1878 y 1895-1898, creando un gran collage de eventos simultáneos y supuestos diálogos. Tregua fecunda es como se conoce al período de entreguerras comprendido entre 1878 y 1895. José Martí, nuestro “Héroe Nacional”, la acuñó así pues era la etapa en que los independentistas cubanos debían crear las condiciones necesarias para la Guerra Grande, en 1895. Durante esos años, la población cubana, lógicamente, aumentó. Ariel asume el rol del voyeur y magnifica, desde el sarcasmo, el desafuero sexual durante esos años de “reposo”, apropiándose del mito según el cual los cubanos son los seres más sexuales y gozadores del planeta. Prepararse para la Guerra Grande significaba, además, algo menos solemne como divertirse, darse a los placeres, violar y procrear.

El sarcasmo, erotismo burlesco y lúdico están presentes en sus obras, ya sea en escenas románticas o íntimas, modeladas a la manera de notas de campañas e historias cortas.

Nota: Dado que SECCA se encuentra en el llamado Bible Belt, la pieza de la derecha de Ariel, pastiche de El origen del mundo, fue censurada.