Luis Manuel Otero (1987)

Miss Bienal, 2015

Performance

Luis Manuel Otero se autodefine como practicante de una metodología pirata, es decir, aprovechar espacios, soportes y eventos “ajenos” para aparecer con su obra. Así su pieza podía consumirse a expensas de otras, convirtiendo ese modus operandi en una herramienta eficiente de visibilidad cuando no te tienen en cuenta.

En este caso, Luis Manuel decidió aparecer en todos los eventos de la Bienal de La Habana de 2015 trasvestido. Se vistió usando el conocido diseño de vestuario de las bailarinas de Tropicana y de las carrozas de carnaval para comentar, desde un gesto aparentemente inocuo sobre los estereotipos que permean la plataforma y el ambiente “bienal”; y sobre lo que esta realmente significa para los artistas locales: espacio de comercio ligero, de postureo y farándula.

Inauguración de Libros sin dominio, 2015. Librería Fayad Jamís

El color rosa del vestuario no es gratuito si tenemos en cuenta la connotación que ha tenido históricamente el rosa. Dígase flojo, banal, kitsch, etc, etc. A ello le sumamos (y esto es importante como referencia) que Zona Franca, el proyecto ideado por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas para el espacio Morro-Cabaña en la bienal de 2012, se erigió sobre una identidad visual mayoritariamente rosa. La zona franca es un escenario liberal donde cabe todo. Es la versión moderna de una feria medieval.

Miss Bienal es una fina obra que denuncia la banalidad y el trafiqueo a la que es reducida la más importante cita de los artistas visuales en Cuba en tantoel evento ha perdido su vocación emancipatoria para ceder paso a un pragmatismo oportunista y torpe. Escenario idóneo para el despliegue del vedetismo artístico, la Bienal de La Habana precisaba de esta aparición.

En la foto usada en la portada de este post, LMOA subido al andamio de la obra Love is calling you, site specific para el proyecto Detrás del Muro, del joven Manuel, Alejandro o Ernes too (Hernández Cardona).