Abram Bravo Guerra

Siento que mucho de la magia en el arte radica en su propia reinvención; el artista -como mago- desmantela y reconstruye su antiguo truco. En este juego de tensiones el universo de retazos imaginados deforma -y reforma- eternamente su imagen. Las lenguas de las hojas no murmuran de nadie, muestra inaugurada el pasado jueves 28 de noviembre en el Museo de Arte Colonial, pareciera un retoño de nueva vida en ese espacio de hojas, mujeres, niños y mares, fruto de la imaginación de Alicia Leal. Renuncia a la pintura y toma el collage en piezas que son pequeños trozos de diario.

Alicia se sume en un mundo de objetos encontrados, de fragmentos cada uno con su propia historia. Articula su relato en pedazos de vida que se difuminan en el tiempo; su propio tiempo se condensa en imágenes que surgen de la experiencia asumida en años. Hay algo en el gesto del que encuentra, algo de poesía propia, de pasión por comprender su entorno de sensaciones. Las lenguas (…) fusiona mito y logos, subconsciente y exterior, experiencia personal y social: los matices de una realidad insular irremediablemente humana, de la artista, madre y mujer.