Pescao (Alcides Herrera)

Un día como hoy, en 2012, el inteligente robot Curiosity, al que reprogramaron desde Houston sin problema alguno una semana antes para que no se sintiera “tan solito”, emprendió con entusiasmo casi humano su subida a la base del monte Sharp, una montaña de unos 5 kilómetros de altura en el centro del cráter Gale, principal destino científico de la misión. Esta nueva etapa comenzó con el examen de los niveles inferiores de la montaña. Curiosity dio inicio a su para algunos penosa labor en un punto cercano a un afloramiento llamado Pahrump Hills, en lugar de iniciar el ascenso por una zona más alejada llamada Murray Buttes, como inicialmente estaba previsto. Ambos puntos se encuentran en un área fronteriza en la que las capas de la base meridional del monte Sharp se juntan con depósitos del fondo del cráter. “La naturaleza del terreno en las colinas Pahrump y justo detrás de ellas, es mejor que en Murray Buttes para investigar esta zona”, afirmó John Grotzinger, científico del proyecto Curiosity en el Instituto Tecnológico de California, en Pasadena. Como se sabe, la principal misión del Curiosity fue averiguar si hubo vida en el planeta rojo, si hubo comunismo, cosa que sospechan muchos científicos, debido a que cada loma o bajadita de mierda tenía ya su nombre propio.