En 2011 el mundo del arte atendió a una exposición atípica. Las obras exhibidas eran esculturas colgadas del techo. Se trataba de Maurizio Cattelan: All, una retrospectiva del artista en el coloso newyorkino.

Se trataba nada más y nada menos que de 130 obras realizadas por Cattelan desde 1989 hasta 2011. Aquello se convertía en un gran site specific cuya manera de ver estaba condicionada por las subidas y bajadas en aros de la estructura arquitectónica del museo.

Años más tardes, en 2016, aterrizaba America, la taza de baño producida en oro que era instalada en un baño del museo.

Con tal relación amorosa entre artista e institución no es de extrañar que la directiva del Guggenheim haya aceptado la donación anónima de Comedian, el plátano natural atado a la pared por una cinta adhesiva que expuso la Galería Perrotin en ArtBasel Miami Beach en 2019 y de la cual hemos escrito bastante aquí.

La donación residió en la entrega del certificado de autenticidad de la obra y unos diagramas a manera de instrucciones para su emplazamiento. Y el museo feliz.