Elvia Rosa Castro

Vi su obra y lo conocí en Meridians, la sección curada de ArtBasel Miami Beach, 2022. Iba representado por la galería argentina especializada en nuevos medios y fotografía Rolf Art.

Andrés Denegri (Buenos Aires, 1975) es un artista que proviene de la cinematografía, de ahí que su obra se mueva entre instlaciones de vídeo, vídeo y fotografía o lo que se ha dado en llamar “nuevos medios”, en este caso más cerca al “cine expandido” o “cine de exposición”.

Andrés Denegri ofrece algunos tips a Elvia Rosa Castro sobre Uprising.

En su excelente estudio Cine instalado en espacios de arte. Cuestiones de montaje -y he aquí otra clasificación, esta vez más precisa-, Ana Claudia García explica que el “cine expuesto o cine instalado son conceptos que en la contemporaneidad aluden a fenómenos tanto artísticos como estéticos. En sentido general, hacen referencia a desplazamientos territoriales del cine hacia espacios de arte. De modo acotado, aluden a cruces y a mixturas: de formatos, de medios expresivos, de modos expositivos, de espacios de exhibición y de instancias de fruición que el cine, el video y el audiovisual contemporáneo generan hace poco más de dos décadas. Se trata de pequeños cruces. Los cruces pequeños son fundacionales de un modo distinto a los saltos cuánticos. Porque se manifiestan sin crear demasiada fricción con las formas espectaculares y hegemónicas de exhibición, ni mucho menos con las modalidades dominantes de recepción y de fruición, de ahí que subsisten de un modo más duradero”.

Ana Claudia inserta la obra de Andrés Denegri en esta modalidad. La mega instalación presentada por Denegri en Art Basel 2022 fue Uprising (Levantamiento), responde a ese mismo ejericio gramatical. En ella utilizó material de archivo (clásicos del cine pero también del archivo de la nación), 4 proyectores de 16mm, 5 proyectores Super-8, película de 16mm & Super 8, 4 pantallas translúcidas y una estructura a manera de andamio de madera y metal conceptualmentebien pensado y meticulosamente instalado, coronando la naturaleza -también- arquitectural de la pieza. En torno a esta (bienvenida) sobredosis del uso de dispositivo ya había esclarecido una vez: “Es fundamental poner en evidencia los procesos de producción, que es lo que niega el cine. La imagen proyectada es un elemento más. No es el elemento central. El proyector como un elemento más, los carretes o la pantalla. Todo es una construcción con diversos elementos para salir de la tiranía de la pantalla”.

Uprising, Art Basel MB, 2022

Uprising es una pieza que pasa revista a la historia argentina del siglo XX y del actual, mostrando sus ups and downs o vaivenes políticos y económicos. “El pensamiento crítico es fundamental para saber qué es lo que hago cuando hago una imagen” le confesó en entrevista a Miguel Alfonso Bouhaben. Es una instalación de deconstrucción neohistoricista de la memoria visual de una modernidad determinada unida a su consiguiente fenómeno de industrialización, y cómo este proceso -instrínsicamente conectado al cine- posee un elemento de doble filo en la conformación de la nación.

Según leemos en su web site, “algunos de sus trabajos más destacados como Instante Bony (2000), Tomar las calles (2019) y Máquinas de lo sensible (2019) abordan la investigación en el campo de las artes audiovisuales y del cine experimental así como el estudio de material de archivos históricos. Denegri produce obras donde los dispositivos y la tecnología de la memoria, se transforman en una alegoría de los procesos del olvido y la negación de la historia, invitando al espectador a repensar la relación entre la memoria y su importancia activa en nuestro presente”.

Imagen de portada: Instante Bony.