Si alguna vez me encuentro en el apuro de resumir toda obra de Glenda León estoy segura de que comenzaría así: Las cuestiones que suelen preocupar a la metafísica (el tiempo sobre todo) acaso pueden ser resueltas en el terreno de lo arbitrario y absurdo. Y para ello es necesario ablandar el ego. Saber unir los saberes.

La otra noche escuché que el  coreógrafo brasileño Juliano Nunes estrenaba el 24 de enero con Acosta Danza, Mundo interpretado, en el Teatro Alicia Alonso y pensé ¡concho ese título es de una obra de Glenda! Y minutos antes de escribir estas letras de introducción recibo el newsletter del Estudio Glenda León donde se anuncia que la artista cubana colabora con el coreógrafo y la compañía con sede en Línea entre 4 y 6 en el diseño de escena y de vestuario para dicho espectáculo, que también se inspira en otra obra de Glenda: Cada flor es una forma del tiempo, aquel site specific compuesto por 600 flores sembradas en las arenas de Guardalavaca, en el año 2000 (1). 

Cada flor es una forma del tiempo

Suena bien al oído una noticia como esta. En estos días, también otra “figura”, había visto yo unas máscaras de Portocarrero, Ravenet, et al para los carnavales habaneros en la década de los 60 y demandaba estas fusiones interdisciplinarias o multisectoriales  que pueden dar jugosos frutos culturales a todos. Cuando digo a todos, es a todos. Yornel Martínez sería en este caso el que más se ha desbordado, de hecho creo q su confort zone es estar fuera de órbita, atravesar.

Teniendo en cuenta esta grata noticia, quiero compartir con ustedes un texto que acompañó el catálogo de Cada sonido es una forma del tiempo, un concierto interpretado por Aldo López Gavilán basado en el libro de partituras visuales del mismo nombre realizadas por Glenda León en la biblioteca Nacional José Martí durante la Bienal de La Habana de 2015. En dicho texto, que ya viene, hablo de Mundo interpretado.

Cada sonido es una forma del tiempo

Perteneciente a la generación de la segunda pragmática (DUPP), Glenda comenzó a trabajar públicamente el sonido en 1999, año en que el grupo realizó el Primer Festival de Performance en el Pabellón Cuba. Allí, variando inteligentemente la pieza sonora en las escaleras de Martin Creek, artista al que muchos de esa pragmática deben, amplificó el sonido del paso de las personas por las gradas, creando una pieza sonora desde una práctica abstraída, metodología con que usualmente operaba el grupo.

A partir de ahí se perfilaba como la artista multimedial que es (escritura, fotografía, vídeo, dibujo, instalaciones…). Apenas faltaban unos años para  destacar en la nómina de creadores con un discurso fresco, atractivo, vanguardista y sobre todo coherente dentro del panorama artístico contemporáneo. En corto tiempo Glenda no sólo se ubicó ahí sino que fue dominando todo un escenario medio virgen y aún por explorar como lo es el sonido (2).

Mundo interpretado (detalle)

Si alguna vez me encuentro en el apuro de resumir toda obra de Glenda León estoy segura de que comenzaría así: Las cuestiones que suelen preocupar a la metafísica (el tiempo sobre todo) acaso pueden ser resueltas en el terreno de lo arbitrario y absurdo. Y para ello es necesario ablandar el ego. Saber unir los saberes.

El recorrido artístico de Glenda ha estado fundamentado en las relaciones que ella va imponiendo a elementos ajenos entre sí, como si fuera un Dj. Tal vez por ello es que cada  pieza participa de una condición performática y excéntrica: piano y flores, máquina de escribir y pinceles, notas musicales y órbitas…  Se trata de links y yuxtaposiciones impensables si se les mira desde una razón robusta pero que Glenda hace posible gracias a todo un proceso de contemplación y asimilación romántica de la naturaleza y la creación artística.  Mundo interpretado (3) nace de ahí y de una voluntad de poetizar el caos.  Música de la esferas también. (En ambas el sonido no puede desprenderse de la imagen visual).

Estas piezas y la mayoría de sus vídeos y fotografías generan un efecto de duración que me deja perpleja: en ellas el tiempo dura, como diría H. Bergson. Esto es algo que tiene varias causas y argumentos pero ahora mismo me quedo con una evidencia: Glenda es la única abstraída que queda.

Notas:

  •  Mundo Interpretado se presentará también durante  Acosta Danza Up Close en la Royal Opera House, Londres, entre el 13 y el 24 de febrero. 

  •  Existen piezas aisladas de algún que otro creador pero junto a Glenda ha sido Víctor Piverno, joven recién graduado del ISA, quien ha trabajado el sonido con mayor seriedad. Balada Tropical lo convirtió en el eje de su poética. Lo curioso de Glenda es que en ella el sonido no es un fin en sí. Le importa más lo que lo generó. Esa noción de totalidad, de yuxtaposición de varios elementos dispares que producen un efecto sonoro y visual y se sella con un título poéticamente exacto es lo que importa.

  •  Mundo interpretado consiste en una instalación de cinco cajas de música. Cada una de ellas tiene un nombre de un Dios inscrito en braille, sonando todas en un mismo tono musical.