Yaysis Ojeda Becerra

 Ramón Moya Hernández, (Guantánamo, 1950), realiza sus primeras esculturas en 1984 de manera autodidacta, y desde entonces no ha dejado de trabajar hasta participar en las primeras bienales de La Habana y numerosas exposiciones y salones.
Visualiza las obras antes de empezarlas, en un proceso obsesivo durante el cual apenas duerme, come o se ducha. Se ha movido desde la escultura y la pintura, a la instalación y el performance; en registros que discurren entre lo popular, lo contemporáneo y el art brut, para abordar temas políticos y sociales, como el cronista de la época que le ha tocado vivir. Lleva un modo de vida anticonvencional y suele andar descalzo por las calles en abiertas posturas de denuncia y crítica. En la ciudad de Guantánamo se le conoce además, por sus acciones altruistas, consecuencia de sus preocupaciones hacia el contexto actual y las injusticias humanas.
Siente un especial apego por el monte y la naturaleza que lo llevan a experimentar las sensaciones de libertad de un cimarrón, de ahí que pase largas temporadas en el monte y que lo sienta como su hábitat natural.
Por momentos se desdobla en tres personalidades que varían en el tono de voz y la vestimenta, mientras las asume como un gesto performático que incorpora a su cotidianeidad, siendo él mismo parte de sus piezas. Suele ser objeto de varias leyendas urbanas, y de una eterna interrogante ¿loco, brujo o artista?
Intenta conservar sus obras en lo que llama su madriguera, con la esperanza de un día tener su propio museo.🖤
Amigos!!!, si visitan la región oriental de Cuba, no podéis dejar de conocer a este prestigioso artista!!!🔝🔝🔝