Elvia Rosa Castro

La casa de Ezequiel Suárez es uno de los escenarios de Con jamón, lechuga y pitipua, un enorme conjunto de  fotografías analógicas realizadas por Leandro Feal y Claudio Fuentes en 2008. Se trata de fotos donde varios jóvenes de la farándula habanera posan desnudos y con aplastante desdén –ni enfáticos ni deseantes, como en Calígula– ante las cámaras de ambos fotógrafos, quienes también se autorretratan.  Los “sets” escogidos no pueden verse más underground y trasha, como si cuerpos y espacios, en su enrarecimiento, hablaran o se rieran del estado ruinoso que los rodea. Campo de escombros: material y moral. Guiño millennial a PM en clave postal de los 50.

Estos artistas saben que solo queda el recurso del mohín perverso de la desnudez frente al poder, un gesto diogenista que en su naturaleza efímera constituye un statement de libertad. Una depravación indiferente respecto al criterio de autoridad y la doxa. Una manera de ser guerrillero urbano desde una postura aparentemente inocua y sexista. Estas fotos remiten a la siguiente anécdota de Sloterdijk: “No mucho antes de que muriera Adorno (…) estaba el filósofo a punto de comenzar su lección magistral, cuando un grupo de manifestantes le impidió acceder al podium. (…) Entre los manifestantes destacaban unas jóvenes estudiantes que, como protesta ante el pensador, habían descubierto sus pechos. Lo que allí había era la mera carne desnuda que ejercía la ‘crítica’…Cinismo en acción. No era el poder desnudo lo que hacía enmudecer al filósofo, sino la violencia del desnudo  (…)” (2003: 29).

Aquí retomo una nota del primer capítulo de Aterrizaje. Después de la razón cínica, el volumen que se dejarán expandir con estos renglones de Cubanos en el siglo XXI…: “Allí donde los encubrimientos son constitutivos de una cultura; allí donde la vida en sociedad está sometida a una coacción de mentira, en la expresión real de la verdad aparece un momento agresivo, un desnudamiento que no es bienvenido. Solo una desnudez radical y una carencia de ocultaciones de  las cosas nos liberan de la necesidad de la sospecha desconfiada. El pretender llegar a la ‘verdad desnuda’ es uno de los motivos de la sensibilidad desesperada que quiere rasgar el velo de los convencionalismos, las mentiras, las abstracciones y las discreciones para acceder a la cosa.  (…) Una amalgama de cinismo, sexismo, ‘objetividad’ y psicologismo constituye el ambiente de la superestructura de Occidente: el ambiente de la decadencia, un ambiente bueno para estrafalarios y para la filosofía.” (Sloterdijk 2003: 30). Y para el arte, añado. Un escenario ideal para los artistas, quienes, probablemente en la mente de Sloterdijk, son aquellos seres extravagantes que mencionó. El alemán previó esta serie de Leandro y Claudio y no otra. Ello ocurre cuando, en lo que tal vez pudiera ser únicamente divertimento, tú encierras el humor y la actitud de una sociedad que no da más.

El primer capítulo de este libro está  titulado “Del cinismo o hiperrealismo de la apariencia”, de manera que quedara sintetizada en una oración mi sumario sobre el cinismo: hiperrealismo. Es algo que vengo sosteniendo desde 1997 y que está presente en el aroma de todas estas páginas. Con jamón, lechuga y pitipua, es hiperrealista a más no dar, resulta ese close-up de la conducta de toda una generación que vive más que en el desencanto, en la melancolía crónica. Es el golpe mortal a toda la retórica de la fotografía épica cubana que ha dado la vuelta al mundo vendiendo una imagen glamurosa del poder.  Este conjunto de fotos de Leandro y Claudio, sin necesidad de solapín, documenta una experiencia y no el hecho, un estilo o rutina de las que ellos mismos forman parte y hasta generan. Con jamón, lechuga y pitipua es un autorretrato. “(…) Estamos asistiendo a la creación de una iconografía para esta nueva realidad. La realidad de mi generación: esa que, aunque hedonista, anti-colectivizante y cuasi apolítica, expresa un patriotismo amorfo e insustancial (…)”, explica Daniela Fernández Rodríguez. (2018). 

Tratando de vivir con swing, de Feal, se afilia a Con jamón… en ese álbum hiperreal –el ángulo ancho y los flashazos no son una gratuidad- de un submundo entre queer y trendy, excéntrico y tímido, cosmopolita y suave de la sociedad habanera del siglo XXI que, tal y como lo piensas, ya tiene su paparazzi y su representación: un conjunto de imágenes que como ninguna otra obra expone el impolítico que he tratado de ilustrar a lo largo de todo este libro.

PS. Esta es la quinta y última obra analizada en esta cuerda junto a Apolítico, Un sueño Sufi, Put your salary here y Salga el sol por donde salga.

Referencias

Fernández Rodríguez, Daniela (2018): «Esto es más que swing, jamón, lechuga y petipuá». En ArtOnCuba (enero)

Sloterdijk, Peter (2003): Crítica a la razón cínica. España: Siruela.