Pienso en la noción de artista total y me viene a la mente el nombre de María Magdalena Campos-Pons (1959). Ella misma es un cuenco de otredades y alteridades: mujer, racializada, de origen periférico-africano y chino, caribeña, emigrante, cubanoamericana, y esto hace de su poderosa obra un reservorio coherente de resistencia cultural y celebratorio apenas visto. Campos-Pons no sólo es artista sino que es profesora, activista, y ha sido además clave en la revitalización de la escena artística de su ciudad de origen, Matanzas, a través del proyecto Ríos Intermitentes.

El pasado 15 de septiembre Museo Brooklyn, Nueva York, inuguró la muestra retrospectiva  María Magdalena Campos-Pons: Behold, curada por Carmen Hermo. Se trata de un repaso multimedial de cuatro décadas de trabajo artístico de una de las artistas cubanas con mayor reconocimiento internacional. Según lo anuncia el propio museo: María Magdalena Campos-Pons: Behold incluye “fotografía, instalación inmersiva, pintura y performance. (…) En sus exploraciones sobre la migración, la diáspora y la memoria, Campos-Pons se basa en la historia de su familia para examinar las historias globales de esclavitud, trabajo forzado, maternidad y migración”.

Behold, el primer estudio multimedia del trabajo de la artista desde 2007, destaca la dedicación de la artista a crear nuevos modos de comprensión, así como su compromiso con los desafíos históricos y actuales interconectados. Estos temas se examinan a través de la práctica de Campos-Pons basada en la performance y centrándose en el simbolismo de la santería derivado de Yoruba, así como su trabajo con comunidades en Boston, Cuba, Italia y Nashville (su residencia actual)”.

La obra de María Magdalena Campos-Pons, derivada de la expriencia personal y autobiográfica, posee un fuerte componente antropológico basado además en la rigurosa investigación que incluye a la religión, la raza, el género, la etnia y sus códigos de comunicación. No es de extrañar también que su obra regrese una y otra vez a los temas identitarios. Por ejemplo, en Identity could be a tragedy y Patria una trampa, obras claves en nuestra historiografía, la artista despliega la idea de la identidad vista como tragedia y la noción de patria como trampa, revolucionando la ñoñería moderna insular relacionada con la patria. Estas son ideas fascinantes al mismo tiempo que desgarradoras y antimodernas.

De fuerte componente escenográfico, la obra de Campos-Pons, trae a presencia prácticas culturales marginalizadas y silenciadas por siglos de dominación Occidental. Sus obras, impactantes visualmente y complejas en sus niveles de lecturas, son la constatación de que la violencia precede al sincretismo.

Esta exposición en el Brooklyn Museum trae consigo un libro-catálogo que constituye, así condensado, la primera mirada crítica sobre la artista en 20 años que incluye textos de Mazie M. Harris, Amalia Mesa-Bains, Jenée-Daria Strand, Phillip Townsend y Selene Wendt. La muestra estará abierta hasta enero de 2024 y a partir de ahí itinerará por Museo de Arte Nasher de la Universidad de Duke, el Frist Art Museo, y el Museo J. Paul Getty.

nombre clave a la hora de hablar del Nuevo Arte Cubano durante los 80, María Magdalena emigró a los Estados Unidos en 1991. En 2021 María Magdalena fue premiada con el Perez Prize del Pérez Art Museum Miami y en el 2013 fue seleccionada la mejor artista de Boston. Ha sido invitada a participar en la Bienal de Venecia en múltiples ocasiones.

En este link puedes disfrutar de FeFa, excelente performance de Campos-Pons: