Helga Montalván

Otros eventos esenciales y favorables para esta década (orimera década del 2000) lo son Ediciones Vigía, proyecto artístico literario de libros manufacturados gestado por Alfredo Zaldívar desde 1985 que en la década del 90’ alcanza niveles internacionales con la gestión de Eliseo Diego y la participación en ferias de libros internacionales (1). Las acciones que tienen lugar en El Taller de Cerámica de Varadero del Fondo Cubano de Bienes Culturales, institución que con el evento CERVAR logra una proyección nacional valiosa en manos de los artistas del Taller (2). El primer proyecto, los libros de Vigía, han servido de palestra para propulsar la obra de escritores y artistas. No puede separarse la importancia de esta editorial para la proyección de la obra plástica de Rolando Estévez, además de enriquecerse del diseño de libros realizados por otros artistas plásticos, diseñadores eventuales como Enelio Súarez, Carlos M. Oliva, Yampier Báez, Manuel García y más recientemente Frank David Valdés.

La gestión del Taller de Cerámica de Varadero por su parte, aglutina a un grupo importante de artistas por las posibilidades de espacio de trabajo y material que implica. Beneficio de los cuales emergerán nombres de interés para la escultura en la nación, como lo es el caso de Osmany Betancourt, Edel Arencibia, Lázaro Zulueta, Jorge Ernesto Martínez, Sergio Mario, entre otros; a quienes este espacio les fue propicio en una primera etapa para afianzar sus recursos técnicos y expresivos.Atendiendo al devenir de este proceso artístico y de las estrategias de sobrevivencia de los artistas, las instituciones culturales intentaron gestar una continuidad para el movimiento artístico y lograron establecer unos pocos momentos importantes. Nos referimos a la envergadura que alcanza y por lapsos mantiene el Salón Provincial de Arte, primero llamado El arte un arma de la Revolución, y definitivamente nombrado Roberto Diago en 1992, título que tiene hasta la actualidad. Este Salón provincial y la eficaz proyección nacional que alcanzó el Coloquio de las Artes Plásticas, evento desarrollado por la AHS a finales de la década del 90 y en los primeros años de la década posterior; son los dos principales centros de exposición y promoción del arte en Matanzas de esta etapa. Señalan el segundo momento de importancia para las artes visuales (1996-1999), pues es precisamente con los Coloquios que Matanzas vuelve a atraer la atención sobre el movimiento plástico que producía, y que además marcaba diferencias claves con el anterior en su postura, crítica y abierta, que más que recrear lo social, imponía un diálogo directo con la sociedad y la política.

Otras figuras se confirman a la par en los primeros años del 2000 a través de la participación y reconocimiento en eventos nacionales. William Hernández obtiene los premios del Encuentro Nacional de Grabado (2001, La Habana), teniendo en su haber ya el Gran Premio en la V Edición “La Joven Estampa” de Casa de las Américas desde 1997. Javier Dueñas se legitima a través de premios de ilustración y reconocimientos en Salones Nacionales. Abigaíl González, Ramón Pacheco y Carlos José García lo hacen en eventos y becas de la Fundación Ludwig de Cuba.

Un tercer momento se establece resultado del nexo diáfano entre la gestión individual del artista y la institución. Delimitamos aquí los años del 2002 al 2009, mediante el espacio del Salón Roberto Diago y el plan de programas y exposiciones que respondían a la producción más interesante de la ciudad, la provincia y el país. La gestión que el Centro de Arte alcanzó en esta corta etapa dio visualidad a obras y artistas que posteriormente serían claves en proyectos nacionales. Nos referimos a los artistas Nadal Antelmo Vizcaíno, Carlos José García, Osmany Betancourt, Sheyla Castellanos, Jorge Luis Romillo, Robin Martínez, Daylene Rodríguez, Analía Amaya; artistas que premiados o promovidos mediante exposiciones alcanzaron una proyección importante a nivel nacional, mereciendo premios relevantes en Salones de Premiados, eventos internacionales de Arte Digital, festivales de Fotografía, Bienales y exposiciones en la Fototeca de Cuba. En este momento, el panorama visual se enriquece ostensiblemente con la presencia de obras que refieren una nueva manera de entender y hacer arte, iniciándose la exposición del video arte e insertando un tipo de instalaciones de vocación mínimal. Se difunde el performance como medio artístico, además de la presencia de la pintura y la fotografía con vocaciones más conceptuales. Estos elementos manifiestan una diversidad de soportes que reformulan las nociones estéticas del contexto, a la vez que inicia una visualidad distintiva, que marcará la vocación de lo sensible para las obras posteriores. Estos presupuestos indicaban la entrada de una vertiente diferenciada en los modos de representación y la estética visual.

Como pudo discernir Molina en aquellas palabras de catálogo del año 1992, en Matanzas no ha sucedido un movimiento plástico marcado por una gestión coherente y  sucesiva. Existe una vocación avantgarden que se identifica por proponer estrategias de interacción con el receptor a través de la sorpresa o el desafío, pero estas no son impulsadas por un movimiento o un espíritu grupal, y sí por la imposición de personalidades específicas, que se insertan en el medio a través de obras de una marcada fuerza simbólica y expresiva, y que abarcan un amplio espectro visual.

La crisis económica marcó una bifurcación de intereses que desmanteló de principio todo el criterio del circuito artístico establecido. Este se ha ido reconfigurando en nuevos intereses e itinerarios. Hay un antes y un después de la crisis de 1991.De una vocación de interés participativo en el contexto como la de los años 80 e inicios del 90, a otra políticamente comprometida con el papel del artista en la sociedad, tal como sucede con las propuestas de finales de los 90’ y la apertura del 2000; hasta el momento en que la aportación de los creadores en eventos y exposiciones determinó nuevas formas de representación para el contexto cultural; hemos experimentado el decrecimiento de la participación activa de artistas, la depresión de la gestión institucional efectiva y por ende, la carencia de un entorno propicio para la emergencia de propuestas renovadoras para el ámbito artístico. Muchos creadores se han desplazado a otros circuitos más favorables y en otros casos, han optado por sumergirse en el mercado turístico en detrimento del discurso creativo y hasta de la capacidad expresiva y estética.

Uno de los sucesos más claros que demuestran los cambios drásticos en el modo de pensar y promover las artes visuales desde finales de la primera década del 2000  la fecha, está en el franco contraste que indican las relaciones artista- institución, ya que en nuestra ciudad aún no existe un sistema de galerías que responda a intereses que no sean los institucionales.

En oposición con la sede de la Unión Nacional de Escritores y Artistas (UNEAC) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS), e incluso marcando diferencias drásticas con la década anterior; la sede de la Asociación de Artesanos y Artistas (ACAA) en lo trascurrido de esta segunda década del 2000 ha devenido como el centro social y artístico de más fuerte envergadura. Las convocatorias de la ACAA y aún las de los Salones Provinciales de Arte (auspiciados por el Centro Provincial de Artes Visuales) logran mayor participación y compromiso que las dos primeras instituciones en los años comprendidos desde el 2000 hasta hoy. La causa está en la visualidad y efectividad que logran aun estas dos últimas instituciones respecto a las primeras. Dicho fenómeno demuestra un desplazamiento de los intereses estéticos y además confirma el desnivel de garantía promocional entre unas y otras entidades; todas ellas básicas en el desarrollo de las artes en la ciudad y claves para entender los nuevos condicionamientos de la plataforma de promoción, que responden básicamente a los niveles de certidumbre creados por la gestión artística estatal.  Por demás, los intereses que mueven a estas instituciones no son los mismos ni están en sintonía con la idea de un escenario consecuente para el desarrollo de vocaciones plenamente artísticas, ni tienen condiciones físicas y económicas objetivas que les permitan abrirse a un mercado de este orden.

Parte de esto se debe al substrato económico indispensable para la realización de cualquier evento cultural. Además de la favorable ubicación actual de la sede de la ACAA y aún de la Galería, y la disposición de los espacios expositivos; la sede de artesanos cuenta con un sustento monetario que puede responder por las acciones más básicas de una muestra. La realización de catálogos y la infraestructura necesaria en general, está favorablemente disponible, a pesar de que esta institución no cuenta con un equipo de especialistas ni un aparato de promoción ni curadores de arte. Por otra parte, ante el retraimiento de exposiciones de los mismos artesanos, los artistas suplen el vacío expositivo. A lo largo de todo el año, se dispone de cuatro salas de relativas y suficientes condiciones, sin existir ningún rasero de intereses estéticos y artísticos. Esto trae consigo una suerte de anarquía de la que es difícil extraer algún criterio. De hecho, no es hasta su ubicación en el edifico (2002-2003) que la ACAA comienza a suplir el papel de las otras instituciones encargadas de promover la práctica artística. Por sus espacios y disponibilidad, tiene capacidad para 20 exposiciones al año, número que no alcanza hoy la Galería Provincial. Desplaza entonces el lugar que le pertenece por condición al CPAV, a la UNEAC y a la AHS. Resulta en una suerte de efecto antagónico, pues las obras que la Galería no acepta, aparecen aquí. La Galería Provincial, por su parte, cuenta con hoy con 12 exposiciones al año, cuando en la primera década del 2000 llegó a asumir un promedio de 30 muestras en igual período, contando solo las realizadas en sus salas.

La Galería Provincial mantiene a duras penas un presupuesto mínimo para sustentar las exposiciones y mantener los espacios en buenas condiciones. Dado el hecho de que toda su función radica en esta actividad promocional.La UNEAC, por su parte, mantiene solo un salón que se destaca por su abulia: el Salón de Invierno. Los propios artistas miembros no sienten la necesidad de mostrar su obra en esta institución, debido a las pocas condiciones ambientales, a la indiferencia y el nulo cometido por sus producciones. No perciben respuestas. La entidad funciona más como un instrumento legal que como un canal de promoción, y muchas veces los intereses de las muestras expuestas no pasan de ser el de “decoración” de determinado evento planificado, de paisaje de fondo (3). No existe el interés de iniciar la gestión dirigida a la creación de nuevos eventos artísticos para las artes visuales, si bien es cierto que las secciones de literatura y artes escénicas sí tienen una presencia mucho más enfática.

La AHS, por su parte, realiza casi de manera sucesiva un único salón de sus miembros que tiene lugar en la Galería Provincial, contando con un espacio de pocas dimensiones para la actividad expositiva en su propia sede institucional. En ocasiones aparenta promover a determinados talentos sin completar la gestión promocional necesaria, en tanto no se percibe una renovación visual del llamado arte joven,y cuando sucede que esta llega a la instancia cultural, no muestra una coherencia entre intención y medio artístico. En el primer quinquenio del 2000 quedaron aquellos eventos que dinamizaban al contexto; para los primeros años de la segunda década solo se perciben tonos más o menos agudos y sin alcances concretos. Con esto, los nuevos creadores se presentan de vuelta en la ACAA, donde exponen, pero no reciben el elemento básico de poner en la mesa de discusión su creación ni la de sus iguales en la provincia o el país. Se crea entonces una autotilia que solo relega y desplaza a las artes visuales.

Como efecto de estas circunstancias, la atmósfera cíclica enrarece a la ciudad y favorece un fenómeno que ya venía configurándose desde los años 80’: el de los mitos. Si Borodino fue el hito-mesías de los 80’ para aquella generación, existen otros ídolos que han desarrollado vertientes y seguidores que no siempre logran superar al precedente. Este efecto una y otra vez provoca respuestas de nulidad, como puede verse en la pluralidad de nuevos fotógrafos que intentan adjudicarse la herencia estética dejada por los primeros. Los estudiantes y los nuevos artistas parecen conocer solo pocos referentes locales y en general, artísticos; apuntan la falta de un conocimiento y de un horizonte visual respaldado por renovaciones estéticas y artísticas realmente válido.

Por otra parte, hasta el pasado inmediato se borra en una cotidianidad urgente que plantea el artificio, imita la buena factura y la postura conceptual, sea esta de índole pictórica o instalada. El arte se pierde en la generalidad de las ramas y obvia acceder al núcleo efectivo del problema en sí, en dual y relacional naturaleza de índole social o personal. Se olvida la efectividad estética por una sintonía con lo último visto en los catálogos del arte internacional o las ferias latinoamericanas. Se obvia la profundidad investigativa. Se vuelve sobre los mismos temas que al no ser superados retornan sobre sí.Estos fenómenos que percibimos sucesivamente en las propuestas artísticas, provocan una ineficacia estética que tiene también sus raíces en la carencia de una memoria reciente de lo que ha sido el arte cubano en general y de la herencia artística local; que en muchas ocasiones demerita desde sus comienzos la intención artística. Los eslabones fundamentales que debieran propulsar el desarrollo creativo y el circuito artístico, visto desde la academia hasta la presencia del producto artístico en exhibición, no son capaces de responder a una política visual coherente. Los otros y escasos espacios que existen son exclusivos de unos pocos agentes-productores que monopolizan las oportunidades, o estas son privilegio de los llamados “artistas consagrados”. Se carece de lugares de exposición con recursos mínimos estructurales y promocionales. En general, se priva al artista de un sistema que permita en realidad exponer la obra artística, y la existencia real y diversa de mecanismos que hagan permisible insertarse en igualdad de condiciones -justamente- en el mercado de arte.

*Texto tomado de https://abriendolagaveta.blogspot.com/2020/05/vientos-ciclicos-sobre-ciertas.html

Notas:

(1) Señalamos la impronta de diseño de Carbonell, Irán Fuentes y Mayra Alpízar en el espíritu iniciático visual de este proyecto de libros manufacturados. En sus inicios funciona como una comunidad de artistas en un ambiente de creación interdisciplinaria. Diálogo y trabajo conjunto de artistas plásticos y escritores. Para 1993, Vigía se internacionaliza y comienza a promocionarse a nivel internacional. Destaca la participación en la 1era Feria internacional de Guadalajara, México; con el apoyo del poeta Eliseo Diego, quien tuvo fuertes lazos con la institución.

(2)  En 1992 ingresan al taller de cerámica de Varadero para hacer su servicio social los jóvenes escultores graduados Osmany Betancourt (que frecuentemente obtiene premios por su excelente labor), Edel Arencibia, Jorge Ernesto Martínez, Luis Grasso (Zulimo), Eugel Díaz, Sergio Mario González, Lázaro Zulueta, Walberth E. Lizano, Osley Geilin. Aquí tendrán la fuertísima influencia técnica y renovadora de Sergio Roque y la experiencia experimental y revolucionaria de Agustín Drake. Crearán un centro fundamental para el desarrollo de las artes de la provincia en cuanto a la escultura cerámica, evidenciado en los sucesivos reconocimientos que reciben estos artistas en eventos nacionales y provinciales; y en cuyo interés estuvo la creación del evento CERVAR. Ver Anexo 2.3: Taller de Cerámica.

(3) Consta de dos salas expositivas: una cerrada y una abierta. La abierta se privilegia como espacio de reuniones y actividades escénicas. La “cerrada” permanece con una sola muestra por mucho más de dos meses o repite consecutivamente a los mismos artistas. No hay promoción de las actividades que allí se realizan.

Las I y II partes del presente texto peuden encontrarse en los siguientes links: