Qué es el tequio? El tequio es una expresión de solidaridad según los usos de cada pueblo y comunidad indígena. Generalmente se entiende el tequio como el trabajo comunal no remunerado en beneficio de la colectividad que se da con una cierta temporalidad o por alguna necesidad. La labor se centra en obras de beneficio común, como reparaciones de escuelas, del palacio municipal y de la iglesia, o la construcción de caminos, sistemas de irrigación, limpias de los terrenos, etcétera.

El tequio es también uno de los ejes de trabajo del artista emergente mexicano Daniel Godínez Nivón (1985). Su práctica está vinculada a procesos de participación social relacionados con la educación y los saberes colectivos. Trabaja con distintas metodologías de producción y organización del conocimiento, especialmente con el tequio, una forma de trabajo colectivo en las comunidades indígenas de México, principalmente en Oaxaca. De referencia directa podemos citar Tequiografías y Tequio-Rolas.

Lago infinito

Como en el caso de Néstor Jiménez hay un peso especial de la oralidad y el intercambio en la obra de Godínez. En este caso me gustaría subrayar el proyecto Lago infinito, comisionado para el hermoso y emblemático Bosque Chapultepec en 2021. “El proyecto consiste –según el artista- en crear una representación visual de las evocaciones oníricas de 12 trabajadores encargados del mantenimiento del lago de la primera sección, -algunos de ellos con más de una década laborando en el espacio. A partir de encuentros semanales, discutimos la manera en que el trabajo cotidiano en el lago repercute en nuestra vida personal e incluso en nuestros sueños. De esta manera, surgieron relatos que hacen referencia a navegar en un lago inquietante que no termina jamás”.

El elemento sueño, lo onírico, también vendría a ser un elemento distintivo en sus obras: Dreamwind, Yaj gotój a o Botánica de los sueños, Propedéutico onírico, serían títulos que configuran esa dirección. La bellísima pieza multimedial Yaj gotój a o Botánica de los sueños (2021) está basada  en una “relectura del Libellus de medicinalibus indourm herbis ó Códice de la Cruz-Badiano –el documento botánico más antiguo del cual se tiene registro en América, escrito en el Colegio de Tlatelolco en 1553–, a partir de los sueños de un grupo de mujeres triquis provenientes de San Juan Copala, Oaxaca, residentes en el mercado de la Ciudadela en la CDMX y en la comunidad La Sabana, en la región Triqui de Juxtlahuaca. Algunas de ellas son parteras y mantienen una estrecha relación con sus sueños al emplearlos como una herramienta de enseñanza y aprendizaje. Hemos llamado a este proyecto Yaj gotój a, que hace referencia a las plantas que aparecen en sueños.

Yaj gotój a

Como bonus no menos significativo, el Códice de la Cruz-Badiano fue realizado a unos metros de donde se realizó esta exposición.

Yaj gotój a. Botánica de los sueños, plantea un espacio inmersivo y de contemplación en que el visitante es bañado por la luz solar/roja (simbolismo solar entre los triqui) de un inventario botánico empleado por la partera Eugenia de Jesús López en su trabajo; la identificación de las plantas no incluidas en el Códice de la Cruz-Badiano y pertenecientes a la zona de San Juan Copala, y las plantas soñadas por ella y la comunidad de mujeres que le acompañan. Estos sueños botánicos representados en 52 plantas bañan de luz y color el espacio mientras una pieza sonora con un poema en triqui nos introduce a ese mundo sutil y poderoso que no había sido nombrado”.

Con la vuelta a la asamblea comunitaria como espacio donde se dirimen y deciden contextualmente y de manera puntual y el elemento del tequio podemos suponer que hay una especie de muerte del autor en la obra de Daniel que no le molesta, todo lo contrario. Esta práctica basada en lo colectivo también se presenta como alternativa a la sacrosanta democracia occidental y a sus metodologías educacionales.

El trabajo de recuperación y recreación de Daniel del patrimonio tangible e intangible vivo en el imaginario de comunidades indígenas es notable y es un proceso que implica el compartir, investigación, trabajo comunitario, la interdisciplinariedad, la agencia, coordinación, y sobre todo mucho respeto. La dimensión utópico-posible y la utilidad serían temas a abordar una vez que queramos estudiar a fondo su obra así como su vocación artivista y la relación con el paisaje. Mencionaría aquí el site-specific Cuchillos para el olvido (2016) compuesta por 16 esculturas-cuchillos que representan formas simbólicas para cortar el olvido de cada uno de los pueblos que conforman la Congregación hñahñu de San Ildefonso Cieneguilla en Tierra Blanca, Guanajuato.

Pasos de baile, animales sagrados y fragmentos de objetos antiguos, son elementos del imaginario de cada comunidad para definir un símbolo que logre preservar la memoria. El uso de los cuchillos consiste en colocar cada uno en el lugar más alto de cada comunidad, exactamente en la salida de un ojo de agua.

Salón Munal

En este año de 2023 Daniel Godínez acaba de ser galardonado con el Prince Claus Mentorship Award 2023. En 2011, fue co-autor del libro Medios Múltiples 3. Su obra se ha presentado de forma colectiva en el Museo Universitario Arte Contemporáneo, en el Museo Tamayo (ambos en México); en Van Abbemuseum en Países Bajos; y en el Center for Contemporary Arts – CCA en Glasgow, Escocia.

Ha sido becario del programa Jóvenes Creadores, durante 2011–2012 y 2019–2020, del Fondo Nacional parala Cultura y las Artes. En 2019, fue nominado para obtener el Visible Award que emite la Cittadellarte – Fondazione Pistoletto. Fue seleccionado para representar a México en la 23ª Exposición Internacional de la Trienal de Milán, en donde obtuvo el segundo lugar. Actualmente, es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, y artista residente en la Jan van Eyck Academie en Maastricht, Países Bajos.

Podemos ir imaginando una expo integrada por Miler Lagos, Alexandra McCormick, Inti Hernández, Rafael Villares, y Yornel Martínez?